lunes, 21 de julio de 2014

Los inmorales personajes de la UGT andaluza

LA CÚPULA DE UN SINDICATO
Los inmorales personajes de la UGT andaluza


Luis de Bonafoux
Sábado, 19. Julio 2014 - 18:15

El exsecretario general de UGT-A se llevaba 3.000 euros al mes de sobresueldo y el tesorero llevaba en su muñeca un reloj Patek Philippe cuando fue detenido.

Los grandes casos de corrupción no son nada sin nombres y apellidos y sin una disección que permita calibrar a la sociedad cómo, en este caso, la cúpula de un sindicato se beneficiaba personalmente de las corruptelas con subvenciones y dinero público.

Todo comenzó a saberse cuando la UGT-A despidió a buena parte de sus trabajadores a precios de la reforma laboral que criticaban en las calles. Hicieron desaparecer las facturas y culparon de ello a uno de los empleados. Poco a poco, los empleados se convirtieron en testigos y las oleadas de detenciones, se sucedían para pasmo de Carmen Castilla, la elegida para heredar la responsabilidad de la UGT-A perforada de corrupción hasta el tuétano. La nueva secretaria parece, sin embargo, más obsesionada con que la comparen con "esa fea" de Susana Díaz, según aparece en las grabaciones que la Guardia Civil hizo de su teléfono. Con la que cae, ¡menudla frivolidad!.

El ex secretario general de la UGT-A, Manuel Pastrana, viejo liberado sindical de la Diputación de Jaén, se llevaba 3.000 euros al mes de sobresueldo, tiraba de coche con chófer, el sindicato le pagaba el alquiler de la vivienda, que naturalmente cambio a mejor, disponía de Visa Oro para dinero de bolsillo, de mariscadas a caprichos. Mejor que ser presidente del Gobierno. De su tren de vida, hay testigo. Lo afirmaba ante la Guardia Civil uno de sus hombres de confianza que solo recibía 900 euros de sobresueldo... y es que la envidia es malísima. El ugetista chivato o testigo de cargo (según se mire) se llama Germán Damián y fue secretario de Formación y Cultura del sindicato socialista.

De cómo vivía Pastrana da razón que UGT financiara las cuotas de su selecto club privado Antares, a razón de 2.944,10 euros al mes. Pastrana era un hombre de Gaspar Zarrías, que hacía lo que le parecía. Por ejemplo, dormir en el Hotel Hilton, un cinco estrellas de Durban (Sudáfrica), a 852 euros la noche para participar en un Congreso Internacional sindical o cargar 800 euros a la visa en un viaje a Panamá. Su ejecutiva presentaba gastos de kilometraje idénticos (Fernández Sevilla presentó 18 meses seguidos 924,74 kilómetros, exactamente). Todos ellos disfrutaban de sobresueldos que se atendían con los “botes” que se exigían a los proveedores y se entregaban en sobres. Antes un empleado recorría los bancos para recaudar los “bin laden” o billetes morados de 500 euros, con los que se llenaban estos sobres.

Con Pastrana cayó el tesorero de la organización sindical, Federico Fresneda, este cuando fue detenido llevaba en la muñeca un reloj Patek Philippe, 520 euros para sus cosillas, un Iphone, además de tarjeta de seguro sanitario pagado por la UGT. Todos esos signos externos son una bagatela ante los compromisos ocultos entre Fresneda y Pastrana por los que mutuamente se concedían una pensión de lujo, mientras regalaban entre la parroquia papeles de “intruso” en ERE’s que controlaba el sindicato y sus hombre, entre ellos Juan Lanzas, el que tenía dinero “p’a asar una vaca” según su propia madre.

El sustituto de Pastrana en la cúpula de UGT-A fue Francisco Fernández Sevilla, sobrecogedor e imputado en la causa, tuvo un papel central en el sistema de mordidas con los proveedores y en el “Manuel de Procedimiento” que llegaron a redactar en los últimos tiempos para tratar de poner en razón esos “botes” que se percibían en todas las provincias y que llevaron a decir al secretario de administración de la UGT en Jaén, Pedro Fuentes, “va a llegar un momento en que no voy a saber qué hacer con tanto dinero”.

Cuando la moral se pierde, se pierde para siempre y para todo. Así la más mezquina de las comisiones entregadas en la UGT Andalucía es la convenida con el corrupto ex director general de Trabajo de la Junta de Andalucía, Francisco Javier Guerrero. Este último portaba dinero de la Junta, la UGT su influencia y el propósito era reventar una huelga de basuras en varios municipios granadinos en 2006. ¿Puede haber algo peor que reprochar a un sindicato?

¿Merecen los piquetes el perdón de los juzgados?

No hay comentarios:

Publicar un comentario

MI CASA Y MI SITIO

MI CASA Y MI SITIO