Publicado por Pedro PC

Político
sudafricano (18 de julio de 1918 en Mvezo, un poblado de 300 habitantes
cerca de Umtata en el Transkei). Renunciando a su derecho hereditario a
ser jefe de una tribu xosa, Nelson Mandela se hizo abogado en 1942. En
1944 ingresó en el Congreso Nacional Africano (ANC), un movimiento de
lucha contra la opresión de los negros sudafricanos. Mandela fue uno de
los líderes de la Liga de la Juventud del Congreso, que llegaría a
constituir el grupo dominante del ANC; su ideología era un socialismo
africano: nacionalista, antirracista y antiimperialista.
En 1948 llegó al poder en Sudáfrica el Partido Nacional, que institucionalizó la segregación racial creando el régimen del apartheid. Bajo la inspiración de Gandhi, el ANC propugnaba métodos de lucha no violentos: la Liga de la Juventud (presidida por Mandela en 1951-52) organizó campañas de desobediencia civil contra las leyes segregacionistas.
En 1952 Mandela pasó a presidir el ANC del Transvaal, al tiempo que dirigía a los voluntarios que desafiaban al régimen; se había convertido en el líder de hecho del movimiento. La represión produjo 8.000 detenciones, incluyendo la de Mandela, que fue confinado en Johannesburgo. Allí estableció el primer bufete de abogados negros de Sudáfrica.
En 1955, cumplidas sus condenas, reapareció en público, promoviendo la aprobación de una Carta de la Libertad, en la que se plasmaba la aspiración de un Estado multirracial, igualitario y democrático, una reforma agraria y una política de justicia social en el reparto de la riqueza.
El endurecimiento del régimen racista llegó a su culminación en 1956, con el plan del gobierno de crear siete reservas o bantustanes, territorios marginales supuestamente independientes, en los que confinar a la mayoría negra. El ANC respondió con manifestaciones y boicoteos, que condujeron a la detención de la mayor parte de sus dirigentes; Mandela fue acusado de alta traición, juzgado y liberado por falta de pruebas en 1961.
En 1948 llegó al poder en Sudáfrica el Partido Nacional, que institucionalizó la segregación racial creando el régimen del apartheid. Bajo la inspiración de Gandhi, el ANC propugnaba métodos de lucha no violentos: la Liga de la Juventud (presidida por Mandela en 1951-52) organizó campañas de desobediencia civil contra las leyes segregacionistas.
En 1952 Mandela pasó a presidir el ANC del Transvaal, al tiempo que dirigía a los voluntarios que desafiaban al régimen; se había convertido en el líder de hecho del movimiento. La represión produjo 8.000 detenciones, incluyendo la de Mandela, que fue confinado en Johannesburgo. Allí estableció el primer bufete de abogados negros de Sudáfrica.
En 1955, cumplidas sus condenas, reapareció en público, promoviendo la aprobación de una Carta de la Libertad, en la que se plasmaba la aspiración de un Estado multirracial, igualitario y democrático, una reforma agraria y una política de justicia social en el reparto de la riqueza.
El endurecimiento del régimen racista llegó a su culminación en 1956, con el plan del gobierno de crear siete reservas o bantustanes, territorios marginales supuestamente independientes, en los que confinar a la mayoría negra. El ANC respondió con manifestaciones y boicoteos, que condujeron a la detención de la mayor parte de sus dirigentes; Mandela fue acusado de alta traición, juzgado y liberado por falta de pruebas en 1961.

Durante
el largo juicio tuvo lugar la matanza de Sharpeville, en la que la
policía abrió fuego contra una multitud desarmada que protestaba contra
las leyes racistas, matando a 69 manifestantes (1960). La matanza
aconsejó al gobierno declarar el estado de emergencia, en virtud del
cual arrestó a los líderes de la oposición negra: Mandela permaneció
detenido varios meses sin juicio.
Aquellos hechos terminaron de convencer a los líderes del ANC de la imposibilidad de seguir luchando por métodos no violentos, que no debilitaban al régimen y que provocaban una represión igualmente sangrienta. En 1961 Mandela fue elegido secretario honorario del Congreso de Acción Nacional de Toda África, un nuevo movimiento clandestino que adoptó el sabotaje como medio de lucha contra el régimen de la recién proclamada República Sudafricana; y se encargó de dirigir el brazo armado del ANC (la Lanza de la Nación). Su estrategia se centró en atacar instalaciones de importancia económica o de valor simbólico, excluyendo atentar contra vidas humanas.
En 1962 viajó por diversos países africanos recaudando fondos, recibiendo instrucción militar y haciendo propaganda de la causa sudafricana. A su regreso fue detenido y condenado a cinco años de cárcel. Un juicio posterior contra los dirigentes de la Lanza de la Nación le condenó a cadena perpetua en 1964. Ese mismo año fue nombrado presidente del ANC.
Aquellos hechos terminaron de convencer a los líderes del ANC de la imposibilidad de seguir luchando por métodos no violentos, que no debilitaban al régimen y que provocaban una represión igualmente sangrienta. En 1961 Mandela fue elegido secretario honorario del Congreso de Acción Nacional de Toda África, un nuevo movimiento clandestino que adoptó el sabotaje como medio de lucha contra el régimen de la recién proclamada República Sudafricana; y se encargó de dirigir el brazo armado del ANC (la Lanza de la Nación). Su estrategia se centró en atacar instalaciones de importancia económica o de valor simbólico, excluyendo atentar contra vidas humanas.
En 1962 viajó por diversos países africanos recaudando fondos, recibiendo instrucción militar y haciendo propaganda de la causa sudafricana. A su regreso fue detenido y condenado a cinco años de cárcel. Un juicio posterior contra los dirigentes de la Lanza de la Nación le condenó a cadena perpetua en 1964. Ese mismo año fue nombrado presidente del ANC.

Prisionero
durante 27 años en penosas condiciones, el gobierno de Sudáfrica
rechazó todas las peticiones de que fuera puesto en libertad. Nelson
Mandela se convirtió en un símbolo de la lucha contra el apartheid
dentro y fuera del país, una figura legendaria que representaba la falta
de libertad de todos los negros sudafricanos.
En 1984 el gobierno intentó acabar con tan incómodo mito, ofreciéndole la libertad si aceptaba establecerse en uno de los bantustanes a los que el régimen había concedido una ficción de independencia; Mandela rechazó el ofrecimiento. Durante aquellos años, su esposa Winnie simbolizó la continuidad de la lucha, alcanzando importantes posiciones en el ANC.
Finalmente, Frederik De Klerk, presidente de la República por el Partido Nacional, hubo de ceder ante la evidencia y abrir el camino para desmontar la segregación racial, liberando a Mandela en 1990 y convirtiéndole en su principal interlocutor para negociar el proceso de democratización. Mandela y De Klerk compartieron el Premio Nobel de la Paz en 1993.
Las elecciones de 1994 convirtieron a Mandela en el primer presidente negro de Sudáfrica; desde ese cargo puso en marcha una política de reconciliación nacional, manteniendo a De Klerk como vicepresidente, y tratando de atraer hacia la participación democrática al díscolo partido Inkhata de mayoría zulú.
En 1984 el gobierno intentó acabar con tan incómodo mito, ofreciéndole la libertad si aceptaba establecerse en uno de los bantustanes a los que el régimen había concedido una ficción de independencia; Mandela rechazó el ofrecimiento. Durante aquellos años, su esposa Winnie simbolizó la continuidad de la lucha, alcanzando importantes posiciones en el ANC.
Finalmente, Frederik De Klerk, presidente de la República por el Partido Nacional, hubo de ceder ante la evidencia y abrir el camino para desmontar la segregación racial, liberando a Mandela en 1990 y convirtiéndole en su principal interlocutor para negociar el proceso de democratización. Mandela y De Klerk compartieron el Premio Nobel de la Paz en 1993.
Las elecciones de 1994 convirtieron a Mandela en el primer presidente negro de Sudáfrica; desde ese cargo puso en marcha una política de reconciliación nacional, manteniendo a De Klerk como vicepresidente, y tratando de atraer hacia la participación democrática al díscolo partido Inkhata de mayoría zulú.


Actualizado el 6/12/2013
Muere Nelson Mandela a los 95 años tras un prolongado proceso degenerativo, que le mantuvo hospitalizado desde el pasado mes de junio. «Hemos perdido al más grande de nuestros hijos», confirmó el presidente sudafricano, Jacob Zuma en un mensaje a la nación. Mandela contrajo una infección pulmonar durante los años que estuvo encarcelado en Robben Island, que condicionó su salud durante el resto de su vida.
Jacob Zuma, visiblemente emocionado, recordó anoche ante el pueblo sudafricano a un hombre con una «increíble determinación por vivir». El líder antiapartheid «nos unió a todos y todos juntos le vamos a despedir». «Le amaremos siempre, que su alma descanse en paz, Dios bendiga a África», concluyó.
El presidente sudafricano ordenó también que las banderas ondearan a media asta para rendir homenaje a uno de los grandes iconos del siglo XX. El 10 de diciembre se celebrarán funerales de Estado en el estadio Soccer City de Johannesburgo.
Sudáfrica, con Mandela
Tras conocerse su muerte, centenares de sudafricanos acudieron hasta la residencia de Mandela en Houghton. Cantando el himno sudafricano y canciones tradicionales de la lucha contra el apartheid, ciudadanos de todas las razas mostraron su pesar por la muerte del primer presidente negro del país tras el desmantelamiento del régimen racial del apartheid.
«Es un día de emociones encontradas. Estamos contentos porque ya no va a sufrir más, y tristes por perder a un hombre como él», afirmó Gramble Salmon, un sudafricano blanco que acudió hasta las puertas de la casa del exmandatario.
«Ahora es cuando las sudafricanos debemos estar unidos y continuar su mensaje y su obra», afirmó a ABC la joven sudfricana Deisy Ngonashge. «Para nosotros Mandela es libertad, igualdad, es una leyenda. Es Jesucristo para nosotros»
Toda la familia reunida
«Murió en paz, rodeado de su familia», confirmó en su discurso el presidente Jacob Zuma. Idas y venidas en casa de los Mandela levantaron anoche la señal de alarma en Sudáfrica y en medio mundo. Según informó la agencia France Presse, varios familiares de la familia de Nelson Mandela y otras personas cercanas al exdirigente africano habían reuniendo en su domicilio de Johannesburgo, donde el anciano presidente sudafricano de 95 años de edad se encontraba en cuidados intensivos y en un estado crítico.
La intranquilidad se palpaba en la capital de Sudáfrica, donde algunos hablaban de la llegada de ambulancias y de varios miembros del Gobierno a la residencia familiar.
En concreto, dos hijas pequeñas de Mandela y un hombre cercano a la familia, Bantu Holomisa habían sido vistos entrando en la casa, a la que estaban llegando decenas de coches.
La hija mayor de Mandela se atrevió a decir recientemente que su padre «estaba en su lecho de muerte» a pesar de seguir «tan combativo como siempre».
«Con nosotros siempre»
«Tata (su padre) estará con nosotros siempre, el es muy fuerte, tiene mucho coraje. A pesar de que se encuentra en su lecho de muerte todavía nos da lecciones de paciencia, amor y tolerancia», aseguró en una entrevista en la televisión pública el martes pasado.
«Mi padre está bien. Tiene 95 años y es más frágil que nunca, pero esperamos que de momento se quede con nosotros», declaraba otra de sus hijas.
Madiba «lleva en un estado crítico desde los últimos cinco meses, a pesar de que sigue respondiendo bien a los tratamientos», según aseguró la Presidencia sudafricana en su último comunicado.
Fuente: Diario ABC
Muere Nelson Mandela a los 95 años tras un prolongado proceso degenerativo, que le mantuvo hospitalizado desde el pasado mes de junio. «Hemos perdido al más grande de nuestros hijos», confirmó el presidente sudafricano, Jacob Zuma en un mensaje a la nación. Mandela contrajo una infección pulmonar durante los años que estuvo encarcelado en Robben Island, que condicionó su salud durante el resto de su vida.
Jacob Zuma, visiblemente emocionado, recordó anoche ante el pueblo sudafricano a un hombre con una «increíble determinación por vivir». El líder antiapartheid «nos unió a todos y todos juntos le vamos a despedir». «Le amaremos siempre, que su alma descanse en paz, Dios bendiga a África», concluyó.
El presidente sudafricano ordenó también que las banderas ondearan a media asta para rendir homenaje a uno de los grandes iconos del siglo XX. El 10 de diciembre se celebrarán funerales de Estado en el estadio Soccer City de Johannesburgo.
Sudáfrica, con Mandela
Tras conocerse su muerte, centenares de sudafricanos acudieron hasta la residencia de Mandela en Houghton. Cantando el himno sudafricano y canciones tradicionales de la lucha contra el apartheid, ciudadanos de todas las razas mostraron su pesar por la muerte del primer presidente negro del país tras el desmantelamiento del régimen racial del apartheid.
«Es un día de emociones encontradas. Estamos contentos porque ya no va a sufrir más, y tristes por perder a un hombre como él», afirmó Gramble Salmon, un sudafricano blanco que acudió hasta las puertas de la casa del exmandatario.
«Ahora es cuando las sudafricanos debemos estar unidos y continuar su mensaje y su obra», afirmó a ABC la joven sudfricana Deisy Ngonashge. «Para nosotros Mandela es libertad, igualdad, es una leyenda. Es Jesucristo para nosotros»
Toda la familia reunida
«Murió en paz, rodeado de su familia», confirmó en su discurso el presidente Jacob Zuma. Idas y venidas en casa de los Mandela levantaron anoche la señal de alarma en Sudáfrica y en medio mundo. Según informó la agencia France Presse, varios familiares de la familia de Nelson Mandela y otras personas cercanas al exdirigente africano habían reuniendo en su domicilio de Johannesburgo, donde el anciano presidente sudafricano de 95 años de edad se encontraba en cuidados intensivos y en un estado crítico.
La intranquilidad se palpaba en la capital de Sudáfrica, donde algunos hablaban de la llegada de ambulancias y de varios miembros del Gobierno a la residencia familiar.
En concreto, dos hijas pequeñas de Mandela y un hombre cercano a la familia, Bantu Holomisa habían sido vistos entrando en la casa, a la que estaban llegando decenas de coches.
La hija mayor de Mandela se atrevió a decir recientemente que su padre «estaba en su lecho de muerte» a pesar de seguir «tan combativo como siempre».
«Con nosotros siempre»
«Tata (su padre) estará con nosotros siempre, el es muy fuerte, tiene mucho coraje. A pesar de que se encuentra en su lecho de muerte todavía nos da lecciones de paciencia, amor y tolerancia», aseguró en una entrevista en la televisión pública el martes pasado.
«Mi padre está bien. Tiene 95 años y es más frágil que nunca, pero esperamos que de momento se quede con nosotros», declaraba otra de sus hijas.
Madiba «lleva en un estado crítico desde los últimos cinco meses, a pesar de que sigue respondiendo bien a los tratamientos», según aseguró la Presidencia sudafricana en su último comunicado.
Fuente: Diario ABC
Frases de Nelson Mandela
"Mucha gente en este país ha pagado un precio antes de mí, y muchos pagarán el precio después de mí".
"Si yo tuviera el tiempo en mis manos haría lo mismo otra vez. Lo mismo que haría cualquier hombre que se atreva a llamarse a sí mismo un hombre".
"Me gustan los amigos que tienen pensamientos independientes, porque suelen hacerte ver los problemas desde todos los ángulos".
"Nunca me he considerado un hombre como mi superior, ni en mi vida fuera, ni dentro de la cárcel".
"Nunca pienso en el tiempo que he perdido. Solo desarrollo un programa que ya está ahí. Que está trazado para mí".
"La muerte es algo inevitable. Cuando un hombre ha hecho lo que él considera como su deber para con su pueblo y su país, puede descansar en paz. Creo que he hecho ese esfuerzo y que, por lo tanto, dormiré por toda la eternidad".
"Yo no tenía una creencia específica, excepto que nuestra causa era justa, era muy fuerte y que estaba ganando cada vez más y más apoyo".
"Una prensa crítica, independiente y de investigación es el elemento vital de cualquier democracia. La prensa debe ser libre de la interferencia del Estado. Debe tener la capacidad económica para hacer frente a las lisonjas de los gobiernos. Debe tener la suficiente independencia de los intereses creados que ser audaz y preguntar sin miedo ni ningún trato de favor. Debe gozar de la protección de la Constitución, de manera que pueda proteger nuestros derechos como ciudadanos".
"Los verdaderos líderes deben estar dispuestos a sacrificarlo todo por la libertad de su pueblo".
"Quienes se comportan en base a la moral, la integridad y la coherencia no tiene por qué temer a las fuerzas de la inhumanidad y la crueldad".
viernes, 6 de diciembre de 2013
Los
funerales de Estado por el expresidente sudafricano Nelson Mandela
tendrán lugar el domingo 15 de diciembre en Qunu (sureste), lugar donde
pasó su infancia, según informó este viernes el presidente de la nación,
Jacob Zuma, en una rueda de prensa. De esta forma, el que fuera el
preso político más famoso del mundo cumplirá su deseo de descansar en
Qunu junto a su familia.
Previamente, el 10 de diciembre, tendrá lugar en el FNB Stadium (antes conocido como Soccer City) de Soweto (Johannesburgo) la misa oficial por el expresidente, cuyos restos descansarán entre el 11 y el 13 de diciembre en los Union Buildings de Pretoria, sede del Gobierno sudafricano, informó Zuma. En el mismo FNB Stadium se produjo, el 11 de julio de 2010, la última aparición pública de Mandela, en la ceremonia de clausura del Mundial de Fútbol de ese año, y cuya final se disputó en ese recinto, con triunfo de España.
Además, el presidente Zuma ha declarado el domingo, 8 de junio, "día nacional de oración y reflexión", y ha llamado a los sudafricanos de todas las confesiones a acudir a sus templos y rezar y reflexionar sobre la vida de Mandela.
El protocolo establecido por el Gobierno sudafricano establece que los jefes de Estado deberán participar en los actos en honor al exgobernante el segundo sábado después de su muerte, apuntaron las mismas fuentes.
Previamente, el 10 de diciembre, tendrá lugar en el FNB Stadium (antes conocido como Soccer City) de Soweto (Johannesburgo) la misa oficial por el expresidente, cuyos restos descansarán entre el 11 y el 13 de diciembre en los Union Buildings de Pretoria, sede del Gobierno sudafricano, informó Zuma. En el mismo FNB Stadium se produjo, el 11 de julio de 2010, la última aparición pública de Mandela, en la ceremonia de clausura del Mundial de Fútbol de ese año, y cuya final se disputó en ese recinto, con triunfo de España.
Además, el presidente Zuma ha declarado el domingo, 8 de junio, "día nacional de oración y reflexión", y ha llamado a los sudafricanos de todas las confesiones a acudir a sus templos y rezar y reflexionar sobre la vida de Mandela.
El protocolo establecido por el Gobierno sudafricano establece que los jefes de Estado deberán participar en los actos en honor al exgobernante el segundo sábado después de su muerte, apuntaron las mismas fuentes.