Condena al Sergas por derivar al psiquiatra a un paciente con cáncer
La médico mandó al paciente a psiquiatría, con una anotación de "cónyuge manipulador"
Agencias /
El País
Santiago
3 SEP 2013
El Sergas ha sido condenado
por la muerte de un paciente de cáncer pulmonar, que había sido
diagnosticado de una patología psiquiátrica, informa la asociación
Defensor del Paciente. Se trata de una sentencia del juzgado de número 2
de Santiago de Compostela, que condena al Sergas a pagar una
indemnización de 25.000 euros a la esposa del fallecido.
El Defensor del Paciente
señala que el hombre padecía un cáncer de pulmón en avanzado estado,
con metástasis cerebrales, que perdió la "oportunidad terapéutica" al
haber sido diagnosticado con retraso. La asociación explica que la
médico de cabecera del fallecido derivó el paciente al especialista en
psiquiatría, con una anotación en el volante de "cónyuge manipulador",
por la reclamación de la esposa por el empeoramiento progresivo de su
marido, dado el grave deterioro de sus facultades cognitivas.
"Durante bastante tiempo, la médico de cabecera pautó únicamente
'medicación para la tos persistente", según relata este colectivo. "Y
cuando, tras las quejas reiteradas de la esposa del paciente, se le dio
el volante para ir a psiquiatría, su mujer en vez de acudir al
psiquiatra lo llevó directamente al Servicio de Urgencias del Hospital
de Monforte, donde tras un exhaustiva y protocolizada anamnesis, se
confirmó el diagnóstico de 'adenocarcinoma pulmonar estadio IV T2 Nx M1
con metástasis cerebral'. Seguidamente fue remitido al centro oncológico
de Galicia, donde sólo pudo recibir tratamiento paliativo", explica. El
perito judicial, durante el sumario, señaló que se enfocó mal el
problema al ser tratado como "psiquiátrico", siendo diagnosticada la
enfermedad "con considerable retraso y cuando se hizo el proceso ya era
irreversible", lamenta la asociación.
El abogado de la asociación en Galicia y de la familia en este caso,
Cipriano Castreje, señala en el comunicado que hubo "un caso claro de
déficit asistencial y, como señala el perito judicial, una simple
radiografía de tórax hubiera bastado para descartarlo ante los primeros
signos y síntomas, más aún, ante un exfumador de 30 años de consumo de
tabaco y una tos persistente que no cedía al tratamiento habitual"